Imagino que ya tienes cierto
tiempo tomando pastillas anticonceptivas. Imagino también que has ganado peso,
has perdido la libido, has tenido algunos inconvenientes digestivos o
simplemente sientes que hay algo que no encaja. Créeme que te entiendo
perfectamente, estuve en tu lugar.
Para que tengas una idea con respecto a mi pasado, te
cuento que me prescribieron pastillas anticonceptivas en 8vo grado (¡si, lo que
estas pensando! Eso era mucho antes de haber tenido relaciones sexuales por
primera vez). Solía tener dolores de vientre sumamente fuertes cuando era niña
y eso fue lo que los médicos recomendaron. De esa forma se inició mi camino: empecé a tomar pastillas anticonceptivas y en principio parecía
que todo se regulaba, los dolores disminuyeron, mi período se
presentaba regularmente cada mes. ¡Era como magia!
Pero era todo menos eso. Te lo
explico para que entiendas: resulta que la píldora enmascara cualquier problema
hormonal subyacente y además, puede llegar a empeorar la situación.
El hecho de que yo presentara
fuertes dolores y períodos irregulares fueron las razones que tomaron como
SEÑALES de que necesitaba ser regulada – una vez más ¡enmascarar el asunto!
Es por esto que deseo compartir
contigo todo lo que la píldora puede ocasionarle al templo sagrado de tu
cuerpo. Más adelante publicaré el resto de mi historia para contarte como ha
sido el proceso desde que dejé de tomar la píldora.
Chicas, a continuación enumero los
principales efectos secundarios más perjudiciales de las pastillas anticonceptivas:
1. Oculta
problemas hormonales.
Se estima que la mayoría de las mujeres comienzan a tomar
pastillas anticonceptivas por razones distintas al control de la natalidad:
dolores de cabeza, síndrome premenstrual, acné, dolores menstruales.
Básicamente se maneja así: ¿Tienes un problema endocrino? ¡Entonces toma la
píldora! Pero el asunto es el siguiente: la píldora no resuelve nada, solamente cubre lo que ya está allí y en la medida en que ocultes el
problema de base, mayor será el tiempo que te tomará sanar por completo.
2.Ocasiona
Cándida.
Todos tenemos cándida, pero en esta sociedad moderna en la
que las opciones comunes de estilo de vida de las mujeres incluyen pastillas
anticonceptivas, antibióticos, pan altamente refinado y una dieta que incluye
azúcares aunado a los altos niveles de estrés, el recrecimiento de la cándida
puede llegar a tener una amplia gama de efectos. Debido
a que la píldora debe ser procesada por nuestro hígado a diario, ésta puede
desbalancear el funcionamiento del mismo, ocasionando un
recrecimiento de cándida. Es aquí precisamente donde los desajustes digestivos,
dolores de vientre e inflamación entran a formar parte de la película.
Numerosos síntomas que van desde las migrañas hasta la infertilidad,
endometriosis, psoriasis, síndrome premenstrual, depresión, fribromialgia,
desórdenes digestivos y muchos otros problemas de salud se atribuyen a un
recrecimiento de las levaduras.
3.Ocasiona
dominancia de estrógenos.
El ciclo natural de la mujer está compuesto del incremento
y disminución de los niveles de estrógeno y progesterona. Las pastillas
anticonceptivas funcionan manteniendo el estrógeno a un nivel suficientemente
alto como para “engañar” al organismo para que piense que está embarazado, por
tanto, no puede gestarse otro embarazo. ¿Cuál es el problema? Se sabe que la
dominancia de estrógenos también incrementa el acné, los cambios de humor,
migrañas, problemas con el hígado y la vesícula biliar así como aumenta el peso
corporal. Sé que te puede parecer difícil de creer especialmente si eres una
mujer joven y completamente saludable, pero los niveles altos de estrógenos
están relacionados con la diabetes, el cáncer y las afecciones del corazón.
Estudios indican que el uso del suplemento denominado EstroBlock ha arrojado resultados fantásticos en
algunas personas, pero en lo personal no puedo asegurarte nada pues no lo
utilizo.
4.Te roba las
vitaminas.
Las pastillas anticonceptivas
literalmente te roban muchas de las vitaminas del complejo B, la vitamina C así
como el magnesio y el zinc y el asunto es el siguiente: ¡las necesitamos en
todo sentido! Si aún estás tomando la píldora te aconsejo que tomes un suplemento
vitamínico de buena calidad para complementar, incluso si estás por dejarla.
Algunos vegetales marinos, el camu-camu y otros suplementos minerales como el
shilajit son los que recomiendo, a pesar de que podrías necesitar suplementos
adicionales.
5.Te hace
sentirte atraída por la persona menos indicada.
¡Amiga, esto es importantísimo!
Presta atención: nuestras hormonas dictan las personas que nos atraen. Así que
si tus hormonas están vueltas un quilombo y son sintéticas, nos sentiremos
atraídas por alguien que no va a aportarnos nada bueno. Me considero un ejemplo
clásico de esto y puedo certificarlo: no hay posibilidad hoy en día de que yo
estuviera con la misma clase de tipo que me atraía en aquel momento.
6.Arruina tu
libido,
¿Sabías que es normal/ideal que
sientas como un despertar, sentir que estás listas, sentirte estimulada y
excitada? Es una estado natural del ser humano. Sin embargo, muchas mujeres no
se sienten “calientes” ¡cómo si eso fuera normal! ¡No, no y
noooooooooooooooooooooooo!! Mi linda, ya es hora de que te despiertes con
muchas ganas.
7.Cambia tu
estado de ánimo (una pista: no en el buen sentido).
Es bien sabido que las pastillas
anticonceptivas afectan la fluctuación de nuestro estado de ánimo. Estoy segura
de que debes haber escuchado alguna vez la historia de una amiga o conocida que
simplemente cambió la marca de su píldora y comenzó a sentirse deprimida o
ansiosa, irritable o como si tuviera permanentemente el síndrome premenstrual.
Las pastillas afectan el sistema endocrino natural de nuestro organismo (el
cual ya podría haber sido agotado y destruido debido a otras situaciones o
patrones). Nuestro sistema endocrino rige las hormonas y éstas – tal y como te
imaginas – rigen nuestro humor, peso y nuestro deseo de vivir. Así que si te
sientes cansada, depre y negativa debes tomar esto en cuenta.
8.Afecta o
bloquea la energía del chacra de raíz.
El chacra del sacro o chacra de
raíz no está en condiciones saludables en la mayoría de las personas. Esto se
debe a comportamientos sexuales aberrantes, actitudes inapropiadas con relación
al sexo y el amor, a las mentiras que nos venden los medios con respecto a la
naturaleza del sexo y el matrimonio, a las enfermedades de origen pélvico,
violaciones, así como a la incapacidad de expresarnos libremente. Agrégale a
esto las pastillas anticonceptivas y el resultado no es nada lindo. Necesitamos
abrirnos a nuestras necesidades sexuales individuales y el uso de las pastillas
anticonceptivas no es la respuesta para descubrirnos a nosotras mismas y a
nuestros verdaderos deseos.
Simplemente escribo este artículo
porque realmente me importa.
Piensa que tu cuerpo está haciendo su mejor esfuerzo por encontrar el equilibrio, cuidarte, lograr grandes cosas en este mundo.
Piensa que tu cuerpo está haciendo su mejor esfuerzo por encontrar el equilibrio, cuidarte, lograr grandes cosas en este mundo.
Quiero compartir esto contigo
porque yo misma no lo sabía en su momento. Me lanzaron en la montaña rusa de
las pastillas anticonceptivas quizás de forma similar a lo que hicieron
contigo: me dijeron que no existía una mejor opción.
Escrito por Carly Morgan en: http://tantrasurbanos.com/dile-adios-las-pastillas-anticonceptivas-parte/
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