martes, 30 de julio de 2013

El ciclo menstrual como camino de autoconocimiento.


El mundo actual compele a las mujeres a funcionar como hombres, sin ningún respeto por su ciclo menstrual y ocultándolo como un tabú. Hoy sabemos que la conexión con cada una de sus fases nos proporciona elementos de trabajo interior y nos conecta con la sabiduría ancestral femenina.

Históricamente, la menstruación ha sido vista como algo negativo, algo que desordena, un signo de enfermedad. El ciclo femenino (sobre todo la menstruación como manifestación física) ha sido y sigue siendo objeto de tabú social. Querámoslo o no, esto causa un desorden en nuestra psique femenina, en nuestra manera de aceptarnos como mujeres. Este acto de descontento con nosotras mismas nos genera el alejamiento de nuestra capacidad intuitiva de sentir viva a la madre Tierra y de re-encantarnos.
Siguen siendo muchas las mujeres que desean encajar en la estructura del mundo moderno y que para ello sacrifican su salud, sus relaciones y su sensibilidad con el objetivo de ser aceptadas, conseguir espacio y no parecer débiles, asumiendo así características muy masculinizadas. Debido a este esfuerzo, muchas también terminan desconociéndose y detestando ser mujeres.
En esta necesidad de ser iguales al hombre, a menudo hacemos caso omiso de nuestro ciclo natural, incluso llegamos a referirnos a nosotras mismas con descontento por la inconsistencia de nuestras emociones. Para el mundo moderno, el constante cambio de nuestro temperamento puede ser poco fiable.
Hoy seguimos viendo que las niñas conocen poco su ciclo e incluso lo desprecian. ¿Cómo cambiar esa actitud de descontento con algo tan importante como el ciclo menstrual en las generaciones venideras?
La respuesta es trabajando de modo consciente en lo que significa el ciclo de la mujer y especialmente la menstruación, con una expectativa positiva. Este acto es una maravillosa ayuda para nosotras mismas, para la humanidad y para el planeta.

Conexión con la Tierra y la Luna.


El ciclo menstrual es lo que nos conecta con los ciclos de la Tierra y la Luna, nos hace hembras. La sangre es nuestra conexión con la naturaleza, es la conexión directa con nuestro cuerpo y nuestra alma, es el momento propicio para lograr grandes avances en nuestra vida como mujeres, así también para sanarnos y honrarnos a nosotras mismas, a nuestros hijos y a nuestros compañeros de vida.
Las mujeres estamos in-formadas en base a la naturaleza. Seguimos el ciclo lunar, y en cada fase ocurre un maravilloso anuncio en nuestra psiquis y en nuestras emociones, si logramos conocernos y dejar de estar en manos de la industria farmacéutica que produce las pastillas anticonceptivas, las toallas que coagulan nuestro ciclo y tanto más, obligándonos a permanecer enanas, sometidas, impotentes, paralizadas por miedos que, en nombre de una ficticia seguridad, nos ofrecen la protección de una prisión. Paradójica situación que alimenta una alegría artificial pues nos desconecta cada vez más de la libertad que añoramos.
Entre los beneficios de la menstruación que muchas mujeres hoy sentimos y agradecemos se puede mencionar el autoconocimiento, tanto fisiológico como emocional y espiritual. Este conocimiento de nosotras mismas nos lleva a honrarnos como mujeres y a alinearnos con un propósito mayor.
Una mente positiva de la mujer con respecto al ciclo femenino trae consigo felicidad y bendición a toda la humanidad. Pues es en nuestros úteros donde crece la humanidad y florece la cultura y la espiritualidad vinculadas a la Tierra.
Cuando una mujer se reconoce como mujer, conoce su energía y fortaleza interior, reconoce sus tiempos, los siente, respeta su propio reloj interior…, esa mujer ha empezado un camino de autovaloración que la ayuda a ser un canal de luz en esta tierra.
Es sumamente importante reconocer que durante todo el ciclo transitamos por vibraciones diferentes; ya muchas mujeres lo han sentido, pero no lo han valorado ni investigado. El cuerpo, los pensamientos y las emociones, la conexión con las demás personas cambian… Ese permutar constante de vibración genera que las frecuencias en nuestro cerebro también se alteren… Y podamos entrar a un estado de alta espiritualidad y conexión con nuestro guía interior. Por ejemplo durante la fase de menstruación- cuando hay sangrado- es óptimo retraerse y reflexionar.
Si logramos aprovechar el estado en el que entramos y pasamos ese tiempo menstrual, reduciendo el estrés y la vida social más exterior…, podemos acceder a comprender la vida entera desde un plano más sabio y obtener con esto amplitud de mente, claridad en nuestras acciones, intuición certera y refinada…, atención interior. Esto se consigue a través del seguimiento de los diferentes estados durante el ciclo completo y si se acompaña de meditación, ¡mucho mejor¡
La sintonía en la que transitemos como mujeres nos generará atraer personas, momentos, lugares, símbolos… que nos servirán de orientación para continuar con nuestro desarrollo aquí en la Tierra, por la ley o fuerza de cohesión.
Por lo tanto cuanto más atentas estemos a cómo vemos y sentimos el mundo, las relaciones, a nosotras mismas, durante la fase menstrual…, más antecedentes podremos obtener de cómo estamos, qué debemos hacer y cómo continuar.
Cuanta menos influencia externa tengamos durante esta fase, más rica será la fase venidera… El conocimiento prestado es rico cuando lo tomamos como conocimiento orientador… Sin embargo, el verdadero conocimiento, la conciencia real, el verdadero trabajo emana del auto conocimiento… Esto nos lleva a despejar la mente de condicionamientos, a conocer nuestras mentiras y saber que así como la menstruación depura nuestro cuerpo, también a nivel emocional y psíquico ocurre lo mismo…
Por esto, tenemos que prestar atención a cómo nos vemos a nosotras mismas, a cómo percibimos el mundo, nuestras relaciones, nuestro trabajo y todo lo que nos rodea, pues está siendo influenciado por nosotras, y nosotras por ello… La realidad es un espejo de lo que nos ocurre mental y emocionalmente, de lo que solemos hacernos las lesas… En este periodo menstrual, ese velo se corre y vemos con claridad. Nos ayuda la sensibilidad que aflora como el medio para darnos cuenta…, nos guste o no nos guste lo que vemos. De cada una de nosotras depende valorar esta maravillosa oportunidad de ser mujer. 

Escrito por Sanahí.
 Compartido por facebook: Aflora Mujer Chile. 

martes, 9 de julio de 2013