domingo, 20 de octubre de 2013

¿Por qué es tan difícil relacionarse? Osho.

 Relacionarse. Osho.

¿Por qué es tan difícil relacionarse? 


Porque todavía no eres. Hay un vacío interno y el miedo de que, si te relacionas con alguien, tarde o temprano descubrirán que estás vacío. Por eso parece más seguro mantener una cierta distancia de la gente; al menos puedes fingir que eres.
No eres. Aún no has nacido, eres sólo una oportunidad. Todavía no eres una plenitud, y sólo dos personas plenas pueden relacionarse. Relacionarse es una de las cosas más grandes de la vida: relacionarse significa amar, relacionarse significa compartir, debes tener. Y antes de poder amar debes estar lleno de amor, desbordante de amor.
Dos semillas no pueden relacionarse, están cerradas. Dos flores si pueden relacionarse; están abiertas, pueden ofrecerse su fragancia mutuamente, pueden bailar al mismo sol y al mismo viento, pueden tener un mismo diálogo, pueden susurrar. Pero eso no es posible para dos semillas. Las semillas están completamente cerradas, sin ventanas, ¿cómo se van a relacionar?
Y esa es la situación. Cuando nace, el hombre es una semilla; puede llegar a ser una flor, puede que no. Todo depende de ti, de lo que hagas contigo mismo; todo depende de si creces o no. Es tu elección, y hay que afrontar la elección a cada momento; cada momento estás en la encrucijada.
Millones de personas deciden no crecer. Permanecen como semillas; permanecen como potencial, nunca se hacen realidad. No saben lo que es realizar el propio potencial, no saben lo que es la autorrealización, no saben nada sobre ser. Viven completamente vacíos, mueren completamente vacíos ¿Cómo van a relacionarse?
Será exponerte a ti mismo, tu desnudez, tu fealdad, tu vacío. Parece más seguro mantener una distancia. Incluso los amantes mantienen una distancia; sólo llegan hasta un punto, y permanecen alerta para ver cuándo retroceder. Tienen límites; nunca cruzan los límites. Sí, hay una especie de relación, pero no es la de relacionarse, sino de la posesión.
El marido posee a la mujer, la mujer posee al marido, los padres poseen a los hijos, y así sucesivamente. Pero poseer no es relacionarse. De hecho, poseer es destruir todas las posibilidades de relacionarse.
Si te relaciones, respetas; no puedes poseer. Si te relaciones, hay una gran reverencia. Si te relacionas, te acercas muchísimo, estáis muy, muy cerca, en profunda intimidad, en imbricación. Sin embargo, no interferís en la libertad del otro, que sigue siendo un individuo independiente. La relación es de tipo <yo>-<tú>, no <yo>-<eso> superponiéndose, interpenetrándose y, a la vez, en cierto sentido independientes.
Khalil Gibran dice: <Sed como dos pilares que sustentan el mismo techo, pero no empecéis  a poseer al otro, dejad al otro independiente. Sustentad el mismo techo, ese techo es el amor>.
Dos amantes sustentan algo invisible y algo inmensamente valioso: cierta poesía de ser, cierta música que se oye en las partes más recónditas de su existencia. Ambos lo sustentan, sustentan cierta armonía, pero permanecen independientes. Pueden mostrarse al otro porque no hay miedo. Saben que son. Conocen su propia belleza interna, conocen su propia fragancia interna; no hay miedo.
Pero normalmente existe el miedo, porque no tienes ninguna fragancia; si te muestras, simplemente apestarás. Apestarás a celos, odio, ira, lujuria. No tendrás la fragancia del amor, la oración, la compasión.
Millones de personas han decidido permanecer como semillas ¿Por qué? Pudiendo ser flores y bailar al viento y al Sol y a la Luna, ¿Por qué han decidido permanecer como semillas? Hay algo en su decisión: la semilla está más segura que la flor. La flor es frágil. La semilla no es frágil, la semilla parece más fuerte. La flor puede ser destruida fácilmente; sólo un poco de viento y los pétalos se disiparán. La semilla no puede ser destruida tan fácilmente por el viento, la semilla está muy protegida, segura. La flor está expuesta, algo tan delicado, y expuesto a tantos riesgos: puede venir un viento fuerte, puede llover a cántaros, el Sol puede quemar demasiado, algún tonto puede arrancar la flor. A la flor puede sucederle cualquier cosa, a la flor puede sucederle de todo, la flor está constantemente en peligro. Pero la semilla está segura; por eso, millones de personas deciden permanecer como semillas. Pero permanecer como semilla es permanecer muerto, permanecer como semilla es no vivir en absoluto. Es seguro, desde luego, pero no tiene vida. La muerte es segura, la vida es inseguridad. Quien realmente quiera vivir tiene que vivir en peligro, en peligro constante. Quien quiera alcanzar las cimas tiene que arriesgarse a perderse. Quien quiera ascender a las cimas más altas tiene que arriesgarse a caer de alguna parte, a resbalarse.
Cuanto mayor es el anhelo de crecer, mayor es el peligro que hay que aceptar. El hombre verdadero acepta el peligro como su estilo mismo de vida, como la atmósfera misma de su crecimiento.
Me preguntas: <¿Por qué es tan difícil relacionarse?> . Es difícil porque aún no eres. Primero sé. Todo lo demás sólo es posible después: primero sé.
Jesús lo dice a su propia manera: <Primero busca el reino de Dios, y todo lo demás te será dado por añadidura>. Esto es simplemente una vieja expresión de lo mismo que estoy diciendo: primero sé, y todo lo demás te será dado por añadidura.
Pero ser es el requisito básico. Si eres, el valor llega como consecuencia. Si eres, surge un gran deseo de aventura, de explorar, y cuando estás listo para explorar, te puedes relacionar. Relacionarse es explorar, explorar la conciencia del otro, explorar el territorio del otro. Pero cuando exploras el territorio del otro tienes que permitir y acoger que el otro te explore a ti; no puede ser una calle de dirección única. Y sólo puedes permitir que el otro te explore cuando tienes algo, algún tesoro, en tu interior. Entonces no hay miedo. De hecho, tú invitas al huésped, tú abrazas al huésped, tú lo llamas, tú quieres que entre. Quieres que vea lo que has descubierto en ti mismo, quieres compartirlo.
Primero sé, luego te puedes relacionar, y recuerda, relacionarse es bello. Una relación es un fenómeno totalmente diferente; una relación es algo muerto, fijo. Ha llegado un punto final. Te casas con una mujer;  ha llegado un punto final. Ahora, todo irá hacia abajo; habéis llegado al límite, ya nada crece. El río se ha parado y se está convirtiendo en un pantano. Una relación es ya una cosa, completa.
Relacionarse es un proceso. Evita las relaciones, y profundiza más y más en relacionarte.
Yo pongo el énfasis en los verbos, no en los sustantivos; evita los sustantivos todo lo que puedas. En el lenguaje no puedes evitarlos, ya lo sé; pero en la vida, evítalos, porque la vida es un verbo. La vida no es un sustantivo, en realidad es <viviendo>, no <vida>. No es <amor>, es <amando>. No es <relación>, es <relacionando>. No es una canción, es cantando. No es un baile, es bailando.
Observa la diferencia, saborea la diferencia. Un baile es algo completo; ya se han dado los últimos toques, ya no queda nada más que hacer. Algo completo es algo muerto. La vida no sabe de puntos finales; las comas están bien, pero no los puntos finales. Los lugares de descanso están bien, pero no los puntos de destino.
En vez de pensar en cómo relacionarte, cumple el primer requisito: medita, sé, y luego relacionarse saldrá de ello por sí mismo. Alguien que se vuelve silencioso, gozoso, alguien que empieza a desbordar energía, que florece, tiene que relacionarse. No es algo que tenga que aprender a hacer, empieza a suceder. Se relaciona con personas, se relaciona con animales, se relaciona con árboles, se relaciona incluso con rocas.
De hecho, se relaciona veinticuatro horas al día. Si camina por la tierra, se relaciona con la tierra…al tocar sus pies la tierra, se está relacionando. Si nada en el río, se relaciona con el río, y si mira las estrellas, se relaciona con las estrellas.
No se trata de relacionarse con alguien en particular. El hecho básico es que, si eres, toda tu vida se vuelve en un relacionarte. Es una canción constante, una danza constante, es una continuidad, es un flujo como un río.
Medita, encuentra tu propio centro primero. Antes de poder relacionarte con otra persona, relaciónate contigo mismo. Este es el requisito básico que hay que cumplir. Sin esto, nada es posible. Con esto, nada es imposible.


Osho. “El libro de la Mujer” Sobre el poder de lo femenino. Capítulo 7, páginas 107-111. Editorial Debolsillo, Buenos Aires. 2012.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Entrevista a Marcela Paz, instructora de masaje sanador.

Esta es la segunda entrevista realizada a Marcela Paz Peña Sarmiento, instructora del "Masaje Sanador", creadora de el blog "La Ruta de la Iluminación" leído en México, España, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Argentina, Chile y otros lugares de habla hispana, visitado por más 76.000 personas al mes, llegando a tener una repercusión en facebook de más 160.000 personas en un día.
                        

-Marcela, ya hablamos en una entrevista anterior sobre tus blogs, los círculos de mujeres y mencionamos tu trabajo con los masajes. En esta entrevista, quisiera que profundizáramos en este camino de sanadora, en tu trabajo con el Masaje Sanador. Cuéntame ¿Qué es el Masaje Sanador?
El Masaje Sanador es una terapia que realizo para activar el flujo energético del cuerpo físico. Es un masaje en el cual con aceite tibio con esencias curativas, se van descontracturando las zonas en donde mas se acumula la tensión para luego abrir los canales que transportan la energía vital o el ki del cuerpo. Estos canales se llaman meridianos, cada uno está asociado a un órgano interno, y dependiendo de cual meridiano este bloqueado, me indica las emociones negativas que se quedaron atascadas en el cuerpo y que por alguna razón el paciente no pudo procesar ni dejar ir. Estas emociones van creando atascos que no permiten el fluir de la energía, desgastando al cuerpo, ya que no hay riego vital a los órganos, pudiendo desencadenar una enfermedad física o emocional en un determinado lapso de tiempo. Lo bueno es que como todo en esta dimensión tiene su opuesto, estas emociones negativas al ser liberadas el paciente puede experimentar lo contrario, por ejemplo un paciente con angustia al terminar la sesión experimenta calma y paz. Con el masaje el cuerpo reacciona y se vuelve a nutrir, aumentando las defensas del mismo y enviando toda una nueva química interna al liberar endorfinas, otorgando una sensación de bienestar. 
-¿Cómo nace este masaje?  
Este Masaje nace al querer encontrar una forma efectiva y más rápida de sanación, mezclé un masaje alemán con el shiatzu (masaje japones) y he probado la fórmula por más de 8 años con muy buenos resultados en pacientes con depresión, fibromialgia, estrés y algunas patologías auto inmunes que se producían porque tenían mucha pena en el cuerpo. Hoy en día se puede ir a la raíz mental y emocional de las enfermedades, lo que le da un pie al paciente para él mismo despertar de lo que se estaba provocando inconcientemente. Los humanos somos criaturas fascinantes, y me gusta esta época en que vivimos, porque estamos creciendo, entendiendo y madurando muy rapidamente. Hay veces, por ejemplo, en que solo basta un cambio en la alimentación para sanarnos completamente del cansancio. 
-¿Cuáles son los beneficios del masaje sanador?
Los beneficios del masaje son muchos, el primero es una relajación total, que es lo primero que experimenta el paciente. Hay una mayor vitalidad, buen humor, paz y lucidez, entra en otro estado de conciencia. A nivel no visible, la sangre se purifica de las toxinas que se habían acumulado, los músculos se oxigenan, y aumentan las defensas del organismo. Además se abren los chakras o centros de energía, lo que permite una expansión del aura con colores puros y brillantes. Hay personas que me dicen que se ven mas lindas después del masaje, y eso es real, los dolores desaparecen, la tensión afloja, por lo que están mas tranquilas, tienen más brillo y se nota en la piel. También dentro de los beneficios, pero que el paciente puede sentir que no lo es tanto, están las crisis curativas en forma de catarsis, mucho llanto sin saber la causa, o a veces vómitos, lo que no es tan rico de experimentar, pero es una manera que utiliza tu cuerpo para purificarse, luego de eso viene el alivio. También puede suceder que algunas personas se sientan fatal al otro día de la sesión, y creen que el masaje les hizo mal.  A la persona que le sucede eso tienen una estructura mental masoquista, son las que les gusta el drama y están en un círculo vicioso mental emocional auto destructivo, recreando eso en su vida física. Pero a medida que vuelven al masaje, se van liberando de esos patrones mentales- emocionales y toman el poder de sus vidas. Poder que siempre tenemos, por cierto. 
Pero en general, si se pudiera hacer un ranking de síntomas, lo que mas veo es alegría, paz y liviandad.      
-Sin duda los beneficios del masaje sanador son muchos, entonces ¿Por qué lo realizas sólo a mujeres?
En mi caso es por fatiga de material, el masaje es desgastante a nivel físico, lo he realizado durante muchos años 6 días a la semana, entre las clases y mis pacientes, a eso se suma que la sesión dura entre una hora a una hora y media, lo que no es gran dificultad si te mantienes bien físicamente, pero en el caso de los hombres, ellos son mas grandes y tienen mucha mas fibra en el cuerpo, o sea, son mas duros. Con el tiempo me di cuenta que ellos requerían mucho más de fuerza por mi parte, así que desistí de hacerlo a hombres. En todo caso hay muchas buenas terapeutas en esta área que no tienen reparos en este sentido y hacen indistintamente a ambos sexos.  
-Ahora respecto a la aplicación del masaje ¿Cómo lo realizas? ¿Cuál es el ambiente ideal? ¿Qué técnicas utilizas?
El masaje se realiza en una habitación que me permite desplazarme cómodamente alrededor del paciente, esta debe estar temperada cosa que el paciente no pase frío, ya que estará acostado y semidesnudo durante más de una hora. Las técnicas son una fusión de Atem Heil y Zen Shiatzu, y siempre al terminar la sesión aplico energías de Magnified Healing o Reiki. 
-Y ¿Cuál es la sensación de los pacientes, luego del masaje?
La sensación que más me relatan es la de irse levitando a casa, o tan relajada que lo único que quieren es dormir, lo que es muy bueno para que el cuerpo y la mente descansen y se regeneren.      
-Marcela, además de realizar masajes, tú eres instructora de Masaje Sanador, ¿Por qué decidiste enseñarlo y desde cuándo lo enseñas?
Es curioso el destino, antes de enseñarlo, y ya teniendo todo listo para la primera clase, conocí a la Swetty, una preciosa chamana norteamericana, descendiente de los Lakota que lee las líneas de las manos como nunca nadie me las había leído y como no creía que fuese posible hacerlo. Dentro de muchas otras cosas, ella me dijo que estaba escrito en mis manos que tenía que inventar técnicas curativas y enseñarlas al mundo, lo que fue un gran incentivo para iniciar este camino de instructora. 
Hasta el momento sólo se me ha ocurrido esta técnica de sanación, que no es invento como tal, ya que recurro a conocimientos milenarios de oriente.  Pero me tomé en serio sus palabras porque desde que me conozco que tengo inquietudes internas por la sanación, buscando fórmulas más efectivas que entreguen satisfacción y alegría a un otro. Y ya están en el eter algunas ideas esperando materializarse. Me gusta el potencial que tenemos de sanarnos, que tiene todo que ver con el lenguaje del amor, a veces solo hay que mostrar el camino y todo cambia para bien y mejor. 
-Me quedo con tu frase “a veces sólo hay que mostrar el camino”, en este sentido ¿Cómo ha sido esta faceta de profesora y la relación con tus alumnas?
Me encanta enseñar, sobre todo porque son materias que la gran mayoría no vimos en una sala de clase cuando niños. El cuerpo energético es fascinante, somos criaturas magníficas, verdaderos dioses despertando a un potencial que a veces suena a magia o sobrenatural. Además me gusta que me hagan preguntas porque me desafían a saber más y más. Y más que alumnas, quienes vienen son colegas, muchas son terapeutas que aprenden a hacer masajes de relajación o descontracturantes y les enseño el cuerpo energético. También vienen mamás que buscan mantener a su tribu sana y vital. Todos los días se puede aprender algo nuevo, y yo he aprendido mucho de esas Mujeres Fabulosas con quienes a lo largo del tiempo creo preciosos lazos de amistad. 
-Finalmente, respecto a lo que nos has relatado ¿Quisieras dejarnos algún mensaje?
Tenemos el potencial de sanarnos, lo sé por experiencia propia, mi vida ha estado marcada por un antes y un después al hacerme cargo yo de mi salud  física, mental y emocional. A veces un pequeño empujón energético basta para hacer un milagro, ya sea con un masaje, o cualquier otra técnica que active el flujo energético de tu cuerpo, se logra lo que por años no has logrado con fármacos o la medicina alópata. La que no descarto de plano, pero si puede haber una buena alianza entre estas medicinas de oriente y occidente. Pero más allá de las medicinas, para sostener una vida saludable requiere de tu voluntad y del estado de tu conciencia. Y para ayudar a despertar la conciencia, esa que está en ti con todo su potencial de paz y amor esperando que te aburras del drama y de las enfermedades, comienza por leer lo que es esa consciencia en los libros de Eckhart Tolle, El Poder del Ahora y Una Nueva Tierra. Si entiendes lo que dice esos libros, estás despertando a una nueva realidad en tu vida. 
-Bueno Marcela, muchas gracias nuevamente por esta entrevista. 
Muchas gracias a ti por permitirme hablar de mi trabajo. Bendiciones a tu vida y a quien lea estas líneas. 

Entrevista realizada por Carla Ramírez Reyes, egresada de Antropología Social, de la Universidad de Chile, terapeuta integral y creadora de "Junto A la Mujer".