sábado, 3 de agosto de 2013

Hierbas femeninas.

Muchas plantas sirven como medicina natural, especialmente para aliviar síntomas asociados con el ciclo menstrual. Es recomendable no automedicarse, en particular en el caso de enfermedades graves, para no atenuar los síntomas y contrarrestar el efecto de los medicamentos.

El consumo de la mayoría de las plantas está prohibido durante el embarazo y lactancia; en niños menores de 2 años y en personas que sufren de presión alta  y daños hepáticos.

Manzanilla:
Sus flores son empleadas como calmante suave, antialérgico (especialmente ante picaduras) y diurético. Incrementan la secreción de la orina, uno de los principales medios de excreción de toxinas. “Es un buen aliado en la niñez pero sólo debe emplearse como infusión en niños mayores  de dos años” dice Millaray Paz, técnico en salud.

Dong Quai:
Sus raíces son usadas como medicamento para aliviar los síntomas provocados por calambres menstruales, el síndrome premenstrual y los síntomas de menopausia. “Favorece la circulación sanguínea en la zona de la pelvis, por lo que puede ayudar a reducir la hinchazón, los calambres y el dolor de espalda”, afirma Katrine Van Wyk, nutricionista holística noruega radicada en Nueva York. Medline Plus señala que puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol.

Menta Poleo:
Utilizada en infusiones, regula la menstruación. “El té de menta, tanto frío como caliente, es ideal para aliviar las náuseas y la indigestión, mientras que su aceite esencial contiene mentol, que tiene beneficios antimicrobianos. Basta con remojar las hojas secas o frescas en agua caliente, no hirviendo, durante tres minutos y consumir de inmediato”, explica Katrine.

Ruda:
En infusión, ayuda cuando los ciclos o hay dismenorrea, afirma Millaray Paz. “Su uso está contraindicado en embarazadas: puede provocar alteraciones al feto e incluso el aborto”, advierte.

Ajenjo:
“Antiguamente los indígenas hacían un paño con esta hierba machacada, para ayudar a cicatrizar los órganos y regular la menstruación en la etapa de pos parto”, dice Millaray Paz. No deben usarla embarazadas ni quienes amamantan. Es un buen remedio para molestias estomacales.

Hinojo:
Su consumo incrementaría la secreción de leche materna, además de aliviar los cólicos y eliminar gases. “Se emplea como infusión, o bien, se puede consumir su bulbo fresco. Es similar al apio, pero con gusto anisado”, acota Millaray.

Milenrama:
Como infusión sirve para regular la menstruación y aliviar los dolores del vientre.

Llantén:
Tiene cualidades desinfectantes. Ayuda en todo tipo de heridas y resfríos. Se emplea como infusión, en compresas o vahos (baños de asiento con vapor) e incluso en pomadas.

Matico:
“Ayuda a regenerar las células de los tejidos, tanto internos como externos. Es uno de los mejores cicatrizantes vegetales que existen en Chile”, explica Millaray. Se emplea como infusión, compresa, vahos, cataplasmas, etc.

Frambuesa:
Según Katrine Van Wyk, no hay ninguna investigación real que demuestre los beneficios del té de hoja de frambuesa, pero las parteras siempre han confiado en él para tonificar los músculos del útero durante la preparación para un parto. “Algunos incluso creen que puede desencadenarlo porque las hojas de frambuesa contienen propiedades similares a la oxitocina, hormona que provoca las contracciones del útero”.

Ortiga:
Katrine Van Wyk recomienda el té de ortiga para las personas que sufren de alergias estacionales. Sus hojas son ricas en vitaminas y minerales y son excelentes para la salud ósea. Pueden ser fácilmente mezcladas para preparar batidos, jugos y pesto. Puede ser perjudicial en casos de insuficiencia renal crónica, según la National Kidney Foundation, EEUU.



Alison Delplace. “Hierbas femeninas”. Revista Ya, diario El Mercurio. Páginas 20-21Martes 21 de mayo de 2013.