Muchas plantas sirven como medicina natural, especialmente
para aliviar síntomas asociados con el ciclo menstrual. Es recomendable no
automedicarse, en particular en el caso de enfermedades graves, para no atenuar
los síntomas y contrarrestar el efecto de los medicamentos.
El consumo de la mayoría de las plantas está prohibido
durante el embarazo y lactancia; en niños menores de 2 años y en personas que
sufren de presión alta y daños
hepáticos.
Manzanilla:
Sus flores son empleadas como calmante suave, antialérgico
(especialmente ante picaduras) y diurético. Incrementan la secreción de la
orina, uno de los principales medios de excreción de toxinas. “Es un buen
aliado en la niñez pero sólo debe emplearse como infusión en niños mayores de dos años” dice Millaray Paz, técnico en
salud.
Dong Quai:
Sus raíces son usadas como medicamento para aliviar los
síntomas provocados por calambres menstruales, el síndrome premenstrual y los
síntomas de menopausia. “Favorece la circulación sanguínea en la zona de la
pelvis, por lo que puede ayudar a reducir la hinchazón, los calambres y el
dolor de espalda”, afirma Katrine Van Wyk, nutricionista holística noruega
radicada en Nueva York. Medline Plus señala que puede aumentar la sensibilidad
de la piel al sol.
Menta Poleo:
Utilizada en infusiones, regula la menstruación. “El té de
menta, tanto frío como caliente, es ideal para aliviar las náuseas y la
indigestión, mientras que su aceite esencial contiene mentol, que tiene beneficios
antimicrobianos. Basta con remojar las hojas secas o frescas en agua caliente,
no hirviendo, durante tres minutos y consumir de inmediato”, explica Katrine.
Ruda:
En infusión, ayuda cuando los ciclos o hay dismenorrea,
afirma Millaray Paz. “Su uso está contraindicado en embarazadas: puede provocar
alteraciones al feto e incluso el aborto”, advierte.
Ajenjo:
“Antiguamente los indígenas hacían un paño con esta hierba
machacada, para ayudar a cicatrizar los órganos y regular la menstruación en la
etapa de pos parto”, dice Millaray Paz. No deben usarla embarazadas ni quienes
amamantan. Es un buen remedio para molestias estomacales.
Hinojo:
Su consumo incrementaría la secreción de leche materna,
además de aliviar los cólicos y eliminar gases. “Se emplea como infusión, o
bien, se puede consumir su bulbo fresco. Es similar al apio, pero con gusto
anisado”, acota Millaray.
Milenrama:
Como infusión sirve para regular la menstruación y aliviar
los dolores del vientre.
Llantén:
Tiene cualidades desinfectantes. Ayuda en todo tipo de
heridas y resfríos. Se emplea como infusión, en compresas o vahos (baños de
asiento con vapor) e incluso en pomadas.
Matico:
“Ayuda a regenerar las células de los tejidos, tanto
internos como externos. Es uno de los mejores cicatrizantes vegetales que
existen en Chile”, explica Millaray. Se emplea como infusión, compresa, vahos,
cataplasmas, etc.
Frambuesa:
Según Katrine Van Wyk, no hay ninguna investigación real que
demuestre los beneficios del té de hoja de frambuesa, pero las parteras siempre
han confiado en él para tonificar los músculos del útero durante la preparación
para un parto. “Algunos incluso creen que puede desencadenarlo porque las hojas
de frambuesa contienen propiedades similares a la oxitocina, hormona que
provoca las contracciones del útero”.
Ortiga:
Katrine Van Wyk recomienda el té de ortiga para las personas
que sufren de alergias estacionales. Sus hojas son ricas en vitaminas y
minerales y son excelentes para la salud ósea. Pueden ser fácilmente mezcladas
para preparar batidos, jugos y pesto. Puede ser perjudicial en casos de
insuficiencia renal crónica, según la National Kidney Foundation, EEUU.
Alison Delplace. “Hierbas femeninas”. Revista Ya, diario El
Mercurio. Páginas 20-21Martes 21 de mayo de 2013.